Selección de textos y comentarios sobre "Juegos ancestrales"
El porvenir es tan irrevocable
Como el rígido ayer. No hay una cosa
Que no sea una letra silenciosa
De la eterna escritura indescifrable
Cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja
de su casa ya ha vuelto. Nuestra vida
Es la senda futura y recorrida.
Jorge Luis Borges, “Para una versión del ‘I King’”
Imágenes ancestrales: el arte como recuperación de un legado
Por Beatriz Vignoli
En estos “Juegos ancestrales”, Jorgelina Hazebrouck apela a significantes transmitidos a través de las generaciones y recurren a formas simbólicas para plasmar artísticamente la experiencia de la propia vida individual como un fragmento de un mundo y de una historia más amplios, sin los cuales carecería de sentido. A pesar de que –según la concepción temporal de nuestra cultura– cada momento sea vivenciado como un compartimento estanco, el arte gráfica de Jorgelina Hazebrouck juega a presentar en simultaneidad períodos muy distintos, cuya distancia incluso excede la duración de una vida.
En sus montajes gráficos emparentados con la ciencia ficción, lo gótico y el humor, echando mano de un acervo de rimas infantiles, postales, dichos populares y canciones del rock nacional, Jorgelina Hazebrouck vuelve a mezclar el mazo de su herencia familiar. A partir de una colección de reliquias acumuladas por sus ancestros desde la llegada a América, su obra reproduce y combina imágenes de un archivo privado en yuxtaposiciones improbables e imposibles: la flecha del tiempo se curva en una extraña ucronía donde el presente aparece como fantasma del pasado, y los muertos perduran porque se soñaron a sí mismos en los vivos. La memoria, entonces, es presentada como un juego de espejos a través del tiempo, donde cada técnica significa el rostro de cada época. En una singular versión del juego de las escondidas, la bisabuela se oculta en los rasgos de la bisnieta, quien a su vez emerge como fantasma del futuro nublando la grave frente de la modelo que aún posa en el museo para el retrato pintado hace un siglo.
A partir de la obra “Las Bisas”
Por Alicia Juchli
Tenemos la visión fugaz e ilusoria de un parecido, que se articula con otro al sesgo, y así nos contemplamos en el espejo como en una especie de kaleidoscopio donde estuvieran coleccionadas las imágenes de los ancestros y que- al toque mínimo- se barajaran en nuestro propio rostro. No necesitamos ver a los "aparecidos" fuera: somos nosotros mismos en esa manera de apoyar la mano, en esos labios o esa mirada. También nos pertenecen esa confianza juvenil, ese cansancio senil, ese orgullo, esa ternura o esa dureza...¿Ilusión? Por supuesto ¡si somos "yo", otra persona intransferible! Pero espejeamos esa miríada de seres que nos antecedieron. ¿Seremos, realmente, otros? ¿O solo una versión de un ser que nos abarca y al cual ignoramos o fingimos ignorar? No recuerdo en este momento de quién o donde salió el dicho "Los muertos mandan". Y también los muertos viven, no solo en nuestros rasgos, sino en nuestras mentes, y en nuestras vidas, supuestamente individuales.
En la psicología llamada de las "Constelaciones familiares" se advierte no solo la importancia de la familia nuclear en la formación de las personalidades. Hay historias que pasan de generación en generación en forma inadvertida sin que nadie las cuente…. Cada uno de nosotros puede que sea - no solo una nueva versión- sino un nuevo intento de redondear eso que otra vez fracasó, de dar una respuesta a un interrogante que quedó sin respuesta, hace unos cuantos años y también posiblemente hace siglos.
LA ACTUAL PRODUCCION DE JORGELINA HAZEBROUCK
Sobre la poética del objeto
Por Claudia Laudanno
La artista y poeta rosarina se refiere en diálogo con Rosario/12 al concepto de obra totalizante que predomina en sus actuales producciones. Jorgelina Hazebrouck desarrolla una suerte de "summa artis", es decir, la puesta en relación de varios lenguajes de expresión, fundamentalmente la poética del objeto, la fotografía intervenida por diferentes instancias de maipulación, sea digitales o manuales, la instalación y el texto literario de vocación poética. Hazebrouck parece retrotraerse en el tiempo, extrayendo del pasado su momento tónico, para ponerlo en relación con un presente activo, pero cargado de ensoñación, misterio y enigma. Su obra es esencialmente híbrida, un "bel composto", a la manera como era propuesto magistralmenete este concepto por el escultor barroco italiano, Gianlorenzo Bernini. Todas las artes juntas, para producir un conjunto polisémico y fuertemente evocativo.
--¿Cuál es tu más reciente producción artística? ¿Qué tipo de estrategias textuales y estéticas manipulaste en su ejecución?
"Juegos ancestrales", en ella "Las bisas", pero luego preferí llamarla: "a la una, a las dos, a las tres y a las cuatro". Ello se debe a que mi actividad está a medio camino entre las imágenes y las palabras. Justamente, por eso mismo, también escribí algunas palabras, que seguramente se presentarán juntas, cuando llegue la oportunidad de editar y presentar un "libro de artista".
--¿Podés referirte específicamente a ese corpus literario que funciona en paralelo a tu obra plástica y es indiscernible de ella?
‑-Uno de los tramos sustanciales dice así: Las bisas/ Mi propia existencia/ Acaso asible como latente posibilidad/ Encarnada diacrónicamente/ Yuxta, tras y superpuesta/ Todas ellas esta vez, las 4/ Recién paridas en este intento/ Que hacen por revivir.
--¿Cuándo y cómo se produjo la génesis de este trabajo interdiscursivo entre el arte y la poesía?
‑-La "cocina" de esta obra total, surge como un juego con mis cuatro bisabuelas. En algún caso, se trata de una transmutación de imágenes; en otros, de un "montaje", de una superposición y también, por qué no, de otro tipo de relación diacrónica, como cuando aparezco inscripta en el medallón de una de ellas. Son fotografías intervenidas digitalmente e impresas en papel fotográfico tradicional.
--¿De qué forma dispuso espacialmente las obras en esa ocasión? --Para todo este trabajo jugué con una presentación "retro", aunque "aggiornada", pues reciclé marcos ovales en algunos casos, si bien los despojé de la pátina del tiempo y en otros trabajos, como "Las Bisas", los hice con madera de pinotea, perteneciente a pisos muy antiguos, intentando sumar todo ese cumulo de significaciones y connotaciones que trae consigo el material de por sí. Los vidrios son biselados, y la obra en general confronta lo actual con el pasado, en instancias aparentemente imposibles de conciliar.
--¿Qué proyectos artísticos a futuro tiene previstos realizar en Rosario y fuera de ella?
‑-Mi idea sería poder exponer esta obra total en alguna galería de arte de Buenos Aires o en algún espacio institucional, para que pueda lograr mayor visibilidad y ser apreciada por otros tipos de públicos, otros umbrales de acogida, otros espectadores, más alla de los confines de Rosario.
http://www.rosario-12.com.ar
27/9/2005
Sección Cultura
viernes, 7 de agosto de 2009
Juegos Ancestrales
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